Joseph Rodriguez un consultor de seguridad de una importante empresa, ha logrado piratear un cajero automático únicamente con la ayuda de su smartphone.
Con la ayuda de un teléfono con NFC y una aplicación que él mismo diseñó.
Logró llegar a bloquearlo, a recopilar datos de tarjetas de crédito e incluso sacar dinero de él.
El hack consistía en enviar un paquete de datos mucho más grande de lo normal lo que provocó un desbordamiento de búfer de la máquina, corrompiendo su memoria y provocando que el hacker pudiese ejecutar su propio código.
Los propios bancos han comunicado que actualizar todos los terminales llevará muchísimo tiempo.
Joseph Rodriguez ha mantenido sus logros ocultos durante casi un año. Debido a la pasividad de los fabricantes, ha decidido sacar esta información a la luz para meter presión a las compañías.