El pasado mes de septiembre, Microsoft anunció la compra de Bethesda por 7.500 millones de dólares. Pero una operación tan importante no se puede cerrar de forma privada. Las autoridades antimonopolio de Estados Unidos y la Unión Europea debían dar el visto bueno.
Tras estudiar el caso estos meses, hoy la Unión Europea ha aprobado la operación, al no suponer una amenaza para la libre competencia, pues existen otros “actores poderosos“, en el mercado de los videojuego.